profundo es que somos poderosos más allá de lo que se puede medir. Es nuestra
luz, no nuestra oscuridad lo que más nos asusta. Nos preguntamos:
¿Quién soy para ser brillante, magnífico, talentoso y fabuloso? De hecho, ¿Quién eres para no serlo?
Que juegues a lo pequeño no sirve al mundo. No hay nada iluminador en
encogerte de manera que otras personas no se sientan inseguras a tu alrededor. Y
cuando dejamos que nuestra luz brille, inconscientemente estamos dando
permiso a otras personas para hacer lo mismo. –Marianne Williamson--
SANDRA PATRICIA CORAL DULCEY
Directora del Portal Psicoexito
Portal del Éxito y la Superación Personal
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