Con el tiempo crecí y me convertí en una persona que poco a poco fue cayendo en la trampa de la sociedad, en donde se nos inculca que debemos agradar a todos para obtener su aprobación y sentirnos más aceptados, más amados y por lo tanto felices. Y bueno muchas creencias negativas se anclaron en mi mente, y mi vida se convirtió en una lucha por lograr mi sueño de ser alguien con algo importante que aportar a este mundo, y sentirme feliz al hacerlo.
Desde chica escribía comencé con cuentos, recuerdo que llene cuadernos completos con historias que inventaba, incluso invente guiones, pero nada me satisfacía, después en mi época de adolescente escribí un libro completo de poemas de amor, desamor, tristeza, etc. También escribí canciones, y continuaba buscando mi verdadera vocación, cuando finalmente me di cuenta que dentro de mi lo que deseaba era ayudar a mucha gente, enseñarle a desarrollar sus talentos, luchar por lo que desean sin importar si este sueño es aprobado o desaprobado por otros, me di cuenta que mi sueño parecía algo estúpido para algunos, sin sentido, y que no merecía la pena siquiera intentarlo. No voy a negar que al principio me desmoralizo, llegue a creer que tenia que renunciar a él, porque alguien que sabia un poco más que yo tendría toda la razón. Escuchar la forma de pensar de esa persona, me hizo creer que estaba totalmente desubicada y que desear ayudar a otras personas a encontrar el camino a lograr lo que quieren, motivarse y enseñarles cómo seguir avanzando tras lo que quieren, realmente era un completo desperdicio.
La frase: “Por qué crees que porque ha funcionado para ti, tiene que funcionar para otros” Fue algo que me desarmo, y sin embargo después de caer hasta lo profundo de mis pensamientos, analizar lo que viví, sentí y lo que desencadenaban mis pensamientos me di cuenta que sería una completa PERDEDORA, si en realidad hacia caso a las palabras necias de alguien que nunca podría ver el mundo de la forma en que yo lo veo.
No renuncie a mi sueño, no renuncie aún a pesar de recibir muchos malos comentarios, no sólo de una persona sino de muchas, no sólo de tener que escuchar opiniones bastante negativas acerca de lo que he elegido. No renuncie a mi sueño, porque nada ni nadie sabe lo que es importante para ti y el bien que puede hacer eso en otras personas cuando decides compartirlo con otros. Nadie podrá nunca saber cuanto podrías sufrir si renuncias a tus sueños por que otros simplemente no los comparten, y no sólo eso, cuanto otras personas se perderán de ti al no compartir tus dones con ellos.
Por eso decidí seguir adelante avanzando en dirección hacia lo que quiero, hay personas que me siguen y crecen a mi lado, hay otras que van bajando del tren porque su viento sopla hacia otro lugar, lo importante es que todos lleguen al puerto que desean llegar, que todos logren lo que desean alcanzar, que no se frustren antes de comenzar el camino, que no renuncien antes de haberlo intentado, que no desistan sino que sigan caminando, aportando de si sus dones, sus talentos, puede que no funcionen para todo el mundo pero si funcionan para unos cuantos habrá valido la pena.
No puedes cambiar el mundo tú sólo, pero puedes comenzar cambiando tu primero, ayudar impactando el cambio de algunos y tu granito de arena se extenderá de una forma que ni tu mismo te imaginas.
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Autora:
Sandra P. Coral D.
Psicóloga, fundadora y directora Portal Psicoéxito
Especialista en superación personal, ley de atracción y desarrollo humano.
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