Muchas veces hay momentos de la vida que de repente se nos presentan pruebas difíciles que nos hacen creer que el mundo se derrumba para nosotros, somos presas del pánico, la desesperación, la tristeza e incluso la depresión.
Cuando las cosas van mal, es común pensar "¿por qúe a mi?" pero no nos detenemos a pensar que todos absolutamente todos los seres humanos tenemos las mismas posibilidades y entonces estas pruebas difíciles nos suceden por algo en especial, para que maduremos y aprendamos algo de eso.
Difíciles momentos como un accidente, la perdida de un ser querido, una terrible enfermedad, un divorcio o una separación, entre otras muchas situaciones pueden detonar nuestros sentimientos mas profundos, y llegar a desestabilizar nuestra vida totalmente.
Pero es aquí donde tenemos que sacar nuestra fortaleza esa que Dios en su infinita sabiduria deposito en nosotros desde que nacimos, bien es sabido que Dios no nos asigna pruebas que no seamos capaces de afrontar. De la misma manera en que sentimos que el mundo se derrumba ante nosotros, nuestro corazón posee una fuerza tan poderosa de amor, algo que nos ata a la vida inquebrantablemente, algo que nos mueve y que nos motiva a sobreponernos a las adversidades, algo que nos llena de ánimo, que a pesar de nuestra tristeza nos muestra una pequeña luz entre tanta obscuridad, y cuando decidimos verla, se abre ante nosotros un camino inmenso que nos lleva al otro lado, es decir a la dicha de un desafío superado.
Si te encuentras frente a una situación dificil en este momento de tu vida, recuerda que la vida no acaba ahora, que aunque parezca que las puertas se cierran y las esperanzas se merman, la vida te está probando, la vida quiere saber el nivel de fortaleza que tienes, la vida quiere ver en ti, ese luchador que no se rinde facilmente; por dura que sea la prueba, la vida quiere que aprendas de ésto algo importante, algo que talvés ahora no puedes apreciarlo, pero cuando acalles tus pensamientos, aclares tu mente, le des un tiempo a la tranquilidad, entenderas que todo pasa por un motivo, algo sabio, que en el futuro se mostrará como algo que inevitablemente tenías que haber vivido, porque sin ello, no serías la persona que serás después.Vive, sonríe, grita todo lo que necesites, llora todo un día si lo necesitas, pero después, has un paréntesis y entregate a vivir, no importa que la esperanza sea poca, busca las cosas que te apasionan, no te encierres en la soledad de la tristeza, más bien salta y baila aunque no tengas un motivo, goza, corre, haz todo lo que te hace feliz, aunque en la adversidad la felicidad se cubra con un velo, veras que el resultado de todo ello, será una vida más dichosa, la felicidad y la risa hace mas corto el sufrimiento, y cuando te dedicas a ser feliz a pesar de todo, el sufrimiento inevitablemente tiene que irse a posar en otra casa, porque un corazón feliz, es una mente y un cuerpo que VIVE.
SANDRA PATRICIA CORAL DULCEY
Directora del Portal Psicoexito
Portal del Éxito y la Superación Personal
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