No siempre la cosas salen como queremos, algunas veces por más que planeamos y organizamos la agenda creemos que todo puede hacerse tal y como lo hemos planificado, sin embargo cuestiones fuera de nuestras manos nos indican que de alguna manera es necesario reajustar nuestra agenda, porque aquello que creíamos se daría de una forma, ha cambiado debido a cosas externas.
Es normal que queramos forzar la situación de manera que no tengamos que cambiar nuestra organización, estamos tan acostumbrados a tener el control de cada situación en nuestra vida, que resulta molesto que algo nos haga sentir que no tenemos ese control que tanto nos agrada.
Pero lo que tenemos que aprender en este momento, es que a veces es necesario deshacernos de la necesidad de controlar todo y a todos, es necesario detenernos un momento y pensar por qué motivo es que las cosas no están dándose de la forma que queremos.
- ¿Habrá algún mensaje escondido en medio de todas estas circunstancias azarosas? y si lo hay, ¿Cuál es?
Habría que detenerse a reflexionar en estos interrogantes, quizás encontremos una razón poderosa para que las cosas no sucedan como deseamos.
He llegado a la conclusión que siempre que se quiere forzar algo realmente las cosas no salen como queremos y que estas pausas que odiamos, siempre que se esfuerzan por mostrarnos que de alguna manera por más que intentemos las cosas no se darán como queremos, por lo menos no en el momento que queremos es mejor cortar por lo sano y dejar de intentar por un rato, luego te das cuenta que fue por algo bueno que no se dieron las cosas en ese momento.
Ejemplo:
Tenia tanta prisa de salir de casa para realizar un tramite y desocuparme lo más pronto posible y me sentía ansiosa por lograr todo lo que tenia en mi agenda en el tiempo que había previsto, sin embargo del afán no queda sino el cansancio, olvide recoger unas películas que tenia que pasar a entregar, lo recordé antes de salir y me regrese de nuevo a buscarlas, después tome tan rápido la película que no note que estaba equivocada de caja, sin embargo algo me dijo que revisara la caja antes de salir y cuando lo hice note que estaban cambiadas y tuve que regresar a mi apartamento a buscar la caja correcta, cuando me disponía a llegar a la puerta de salida de la casa sentí que me faltaba algo y recordé algo, así que regrese por una nota para recoger mi tramite y esto me retraso por lo menos 15 minutos antes de mi salida, me sentía enojada por ser tan olvidadiza y hasta pensé PARECE que hay algo que no quiere que salga de casa hoy, y sin embargo no hice caso de esta sensación o corazonada y salí, a media calle de mi casa apareció un hombre que quiso asaltarme y gracias a Dios no fue más que un susto y no me quito nada puesto que grite pidiendo ayuda y el hombre se fue rápidamente del lugar.
Esto me revelo nuevamente que el no hacer caso a las corazonadas, y el querer forzar las situaciones a veces quiere decir que es mejor esperar un poco más, o dejar el asunto para otro día porque quizás no sea el momento oportuno para hacerlo.
Por ello pienso que es necesario aprender a escuchar nuestra voz interna, y entender el mensaje implícito que nos quiere dejar el resultado de alguna situación. No hacer caso omiso a estas corazonadas, simplemente porque tu lado lógico y el que tiene la necesidad de controlar todo te dicta que debes cumplir tu agenda a como de lugar como si tu vida dependiera de ello.
A veces no tiene que ser un resultado negativo, simplemente hay algo mucho mejor para ti y por ello el universo quiere que lo hagas en el momento oportuno para que esa circunstancia alegre que va a suceder sea para ti y puedas disfrutar de ella en el momento que esta tiene que llegar y no cuando tu quieras forzarla.
En definitiva creo que el mensaje más importante de este post es que es necesario agudizar nuestra intuición, hacer caso a las corazonadas, conectarnos más con el lado de lo que no se puede ver pero que sabemos que esta ahí guiándonos y dándonos mensajes que nuestra mente lógica prefiere evadir. Y que es importante eliminar la necesidad de controlar todo en nuestra vida, dejar que las cosas sucedan y vayan fluyendo sin intentar forzar los acontecimientos.
Por: Sandra P. Coral D.
Directora Portal Psicoéxito
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