¿Hasta cuando vas a permitir que la vida siga pasando y tú continúas dormido en el egoísmo, el odio y el resentimiento?
¿Hasta cuando vas a permitir que tu ser se despierte y disfrute de la vida que es tan corta y tan incierta, creyendo que existirá un mañana para hacer lo que quieres hacer, para decir lo que tienes que decir, para dejar ir lo que debes dejar ir, para dejar de sufrir, de llorar y de lamentarte?
Sólo el tiempo que nos es dado es nuestro, ¿por qué creer que tenemos la vida segura? , ¿por qué imaginar que estaremos aquí para siempre y cerrarnos a disfrutar de la vida en el AHORA?
Para ser feliz tan sólo necesitamos despertar, ser conscientes de que tenemos todo cuánto necesitamos incluidos los problemas, las dificultades, lo que creemos no poder lograr, todo eso hace que nuestra vida tenga un más grande sentido, el reto de demostrarnos a nosotros mismos que podemos con la vida que nos fue dada.
El amor es lo que importa, el amor por tus seres queridos, por la vida que te rodea, por tus amigos, e incluso por los que no lo son. El tener metas y seguirlas, porque teniendo metas tendrás algo por lo que esforzarte y no te permitirás la flojera y la apatía que son tan odiosas.
Perdonar es un regalo para ti y para otros, pero más para ti porque si no perdonas estarás condenando tu vida a una amargura eterna. Dejar ir lo que te aprisiona, lo que te duele y te aleja de la vida que deseas y te mereces.
Una vida feliz vendrá para ti cuando te decidas a soltar el dolor al que te has aferrado por tanto tiempo, cuando te decidas a dejar ir y entregues al pasado, lo que pasado ya es.
Entonces de nuevo te pregunto
¿Hasta cuando te decidirás a transformar tu vida ?
¡DECIDETE AHORA Y TRABAJA CONMIGO!
Si no sabes como empezar…sino entiendes como lograr deshacerte de ese rencor, esa rabia, odio y resentimiento que te atrapa para poder vivir plenamente la vida de tus sueños, te invito a hacer parte de mi entrenamiento de 12 semanas, te guío y te enseño paso a paso hemos comenzado
Sobre la autora:
Sandra Patricia Coral D.
Psicóloga, fundadora y directora del Portal Psicoéxito.
Especialista en superación personal, ley de atracción y desarrollo humano.
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Te invito a leer esta carta en la que un hombre se encuentra a sí mismo, consigue perdonarse y aligerar la carga de su corazón para vivir una vida plena.
Me llamo amigo porque eso es lo que quiero ser conmigo mismo ahora. Por mucho tiempo yo fui mi peor enemigo, de hecho, fui mi único enemigo.
Fui yo el que permitió que el miedo dominara mi vida fui yo el que se aferró a las penas del pasado para llenar mi presente de sufrimiento. Era mi propia voz la que escuchaba en mi cabeza, que me convencía de no merecer lo bueno y me hacía sentir menos que los demás.
Fui yo mismo el que me llene de inseguridades y dudas, de celos y resentimientos. Fui yo mismo el que me juzgue y me critique en todo lo que hacía. Yo mismo afecte mi salud y mi bienestar y fui yo mismo el responsable de los problemas de mi vida. En mi estaba la solución y en mi estaban todas las respuestas.
Fui yo mismo el acusado, el juez y el verdugo de mi propia vida.
Yo mismo dicte las sentencias, y yo mismo me impuse los castigos.
Y sin embargo hoy me perdono todo, porque me doy cuenta que siempre hice lo mejor que pude. Comprendo que fui un ser sensible y vulnerable, como lo son todos los seres humanos y que las experiencias de mi vida moldearon mi personalidad. Hoy rechazo la culpa que siento por mis errores, ya que en nada ayuda y nada soluciona.
Aprendí tarde que yo era capaz de cambiar mi vida a pesar de mis heridas, y de las situaciones que me rodearon. Tarde comprendí que yo era mi propio dueño, que mis pensamientos moldearon mi existencia, que no era un esclavo de las circunstancias y que en mi estaba el poder de mejorar, de cambiar y de vivir en armonía.
Puedo ver ahora que mi vida fue maravillosa a pesar de las perdidas y heridas que todos compartimos.
Agradezco la oportunidad que tuve de ver, de oír, de sentir, de saborear. La oportunidad de compartir con otros mi vida y la oportunidad de amar a mis semejantes.
Hoy me deshago de viejos resentimientos hacia otros y hacia mí mismo.
Hoy rompo las cadenas con las que yo mismo me ate. Hoy me libero del miedo y de la culpa. Hoy me perdono por todos mis errores.
Hoy admito que nadie tiene control sobre mis pensamientos y tampoco sobre mis sentimientos.
Hoy me declaro libre de todas mis heridas.
Me quiero.
Atentamente
La persona más importante de mi vida (YO MISMO)
Extracto del libro: “El esclavo” de Francisco J. Ángel.
